Periodismo y twitter

¿Puede expresar el periodista su opinión en twitter? ¿El periodista tuitea a título personal o del medio para el cual trabaja?


El periodista puede expresar su opinión siempre y cuando lo haga a través de su cuenta personal y no desde la vinculada al medio de comunicación en el cual trabaja, para así dejar claro que todo lo allí expuesto es una reflexión del individuo que no representa a su empresa.
Aún así, si la polémica suscitada por el profesional difiere de la política de empresa, puede verse afectado por la repercusión de sus comentarios en la red social. Como fue el caso de la periodista de TV3, Montse Corderas, que tuiteó "ahora el Espanyol se queja de no poder jugar la Supercopa...pero si odian Catalunya y odian el Barça".

Después de recibir numerosos insultos, declaró que era su cuenta personal y que, al igual que todo el mundo, tenía derecho a expresarse.
Tras la publicación de la noticia, la periodista acabó pidiendo disculpas. Y ahora ya no tiene cuenta en Twitter, o al menos ya no la misma.
Parece que el mundo del deporte no está exento de polémica. Otro periodista de la cadena autonómica catalana, en este caso, Josep Lluis Merlos (@JLIMerlos), comentarista de la Fórmula 1, comparó las imágenes de la manifestación del 12-0 en Catalunya con la película Torrente, de Santiago Segura.

 

("Hago lo que puedo. Las opiniones expresadas aquí son personales, 

y no tienen por qué coincidir con las de los medios donde colaboro.")

 ("Pensaba que ponían Torrente en la tele, y son vídeos de la 

manifestación de hoy en Barcelona. Mucha 'caspa', francamente.")

Minutos después y tras el revuelo provocado, el periodista acabó pidiendo disculpas a quien se hubiera podido sentir ofendido, y explicando el origen del comentario para quitarle hierro.

En los últimos días, otro periodista deportivo ha sido motivo de polémica en Twitter. Pero más que por su comentario, por la respuesta que éste recibió.
Tomeu Maura, redactor del diario 'El Mundo' en Baleares, comentó la mala actuación del portero del RCD Mallorca, Dudu Aouate (@RealDuduA) y éste, desde su cuenta oficial, decidió arremeter contra Maura.



Así, quedaba servida la polémica. Pero el periodista mallorquín quiso dar una explicación en su blog, Fútbol desde Mallorca. Maura afirma, no sin razón, que a las críticas profesionales no se puede responder con un ataque personal.

Dejando el ámbito deportivo a un lado, uno de los rifirrafes más sonados fue el protagonizado por Ana Pastor (@_anapastor_) -ya destituida de Los Desayunos de TVE, algo que también anunció en Twitter- y un político del PP en 2011.
Ángel Mínguez, secretario de presidencia de las Cortes valencianas escribía: "¿Qué nombre se pondrá @anapastor_tve tras el #20n? Dicen por ahí que será @anapastor_canalsur."A lo que Ana Pastor contestó: "¿Qué quieres decir? ¿Manejas buena información?" Añadiendo: "Me sorprende que teniendo responsabilidad en tu partido hagas ciertos comentarios..."
Mínguez acabó disculpándose por si había ofendido a alguien -algo habitual en todo este tipo de casos-.

Y es que los políticos tampoco se quedan atrás en sus comentarios fuera de tono en las redes sociales. Como los chistes racistas publicados por el concejal del PP de Fuenjirola -a quien justificó María Dolores de Cospedal- o el publicado por el presidente de la comunidad de Madrid, Ignacio González.

Y es que, -a título personal-, aunque la libertad de expresión es un derecho fundamental, si un periodista expresa una opinión que de antemano resulta políticamente incorrecta, tiene que asumir los riesgos que asume con ello, no debe olvidar que su profesión le ubica en una posición diferente a la del resto de ciudadanos. (Y más aún alguien que ostenta un cargo político). Su profesión conlleva responsabilidades. Si uno expone sus opiniones ante el público tiene que ser consciente de que habrá quién no esté de acuerdo y más cuando éstas se posicionan a favor o en contra de una cuestión polémica o arremeten contra alguien. Es más, cuando otros medios se hacen eco de lo sucedido -dependiendo del calibre de la afirmación- es probable que su propia empresa sufra las consecuencias, por lo que es conveniente ser prudente y pensárselo 'muy mucho' antes de redactar los 140 caracteres.