La carta es bastante extensa y muy variada. Tienen arroces y pastas caseras que elaboran ellos mismos, un buen surtido de entrantes y por supuesto la carne y el pescado a la brasa. Venimos con hambre y con ganas de probar muchos entrantes, pero vemos que son contundentes. Hay ensaladas (por unos 7€), calamares rellenos de carne de perol, chupito de espinacas a la catalana (3,45€), verduras a la brasa...
Pedimos los espárragos a la brasa, las croquetas variadas y los huevos rotos con jamón y virutas de foie.
Primero los espárragos a la brasa. Tiernos y en su punto aunque no son los más sabrosos del mundo. Pasan sin más. La ración viene con siete espárragos por 5,89€.
Le sigue el surtido de croquetas que sube el listón. Cinco croquetas caseras de diferentes sabores: setas, queso de cabra, mozarella y cocido. ¡Deliciosas! La de queso de cabra sin duda la mejor y más diferente. (5,25€)
Y el tercer entrante -para glotones: huevos rotos con jamón y virutas de foie. Todo un pecado. Lo presentan hecho un "timbalet" que queda muy curioso, y las virutas de foie resulta que no son para nada virutas. ¡Buenísimo! (7,19€)
Estamos bastante llenos pero queda hueco de sobras. La pasta casera y los arroces nos llaman la atención pero es nuestra primera vez en el local y tenemos que probar las brasas. Pedimos el solomillo de ternera y la parrillada de pescado todo a la brasa. Como guarniciones hay patatas fritas, puré, ensalada y patatas a la brasa. Nosotros pedimos esta última.
El solomillo es tierno y jugoso, y viene acompañada de una salsa de hierbas (19,45€). Está en su punto.
La carta también dispone de otras carnes como costillitas de cerdo, chuletón de Nebraska de medio kilo (21,99€), brocheta de ternera o butifarra del Montseny.
La parrillada de pescado viene con una pieza de salmón, dos vieiras y dos gambas, todo a la brasa y todo excelente. Muy sabroso y fresco. También hay la posibilidad de pedir dos piezas de salmón en lugar del marisco. (14,85€) Las patatas a la brasa son el acompañamiento perfecto en ambos casos.
Lamentándolo mucho no quedan fuerzas para el postre. Habría sido mejor prescindir de un entrante y haber podido probar la espuma de naranja, la torta húmeda de chocolate o la Fanrasie Vic de helado, merengue, dulce de leche y chocolate caliente. (Todos entre 4,55 y 4,85€).
La comida la acompañamos con varias copas de vino, ya que el restaurante dispone de una más que amplia carta. El camarero (por cierto muy atento todo el tiempo) nos explica la posibilidad de maridaje con diferentes copas a 3,15 €. Una buena opción para los amantes del vino y por desgracia poco extendida en nuestro país.
La valoración final es muy positiva, aunque llegamos a la conclusión de que puede que la Vic Braseira sea una mejor opción para el día, em lugar de la noche, que apetecen comidas menos densas. Es perfecto para ir en pareja (sobre todo por la luz tan tenue) o con los amigos, ya que disponen de una zona (creo que en teoría es como un gran recibidor) que reservan para grupos numerosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario